¿PRUEBA DE CRIBADO?
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Un cribado puede arrojar dos resultados:

• anormal: se ha detectado el factor de riesgo o la enfermedad;
• normal: no se detectó el factor de riesgo o la enfermedad.

En caso de que el resultado sea anormal, se le remitirá a un profesional sanitario para que realice una investigación más exhaustiva y un seguimiento. A menudo, a continuación se realiza otra prueba diagnóstica para determinar con mayor certeza si el factor de riesgo o la enfermedad están realmente presentes. 

El resultado de un examen o prueba nunca es fiable al 100 % y a veces puede dar un falso positivo. Hay dos tipos de resultados falsos:  

• falso positivo: el resultado de la prueba es anormal, pero una investigación posterior demuestra que en realidad no hay nada malo. Así que, en este caso, la persona examinada estaba preocupada sin motivo y es posible que se hayan producido intervenciones innecesarias;
• falso negativo: el resultado de la prueba es normal, pero más tarde resulta que sí había algo malo. El factor de riesgo o la enfermedad detectados sí están presentes. En este caso, se tranquilizó erróneamente a la persona examinada y existe la posibilidad de que su salud se deteriorase mientras esto era evitable.

Los falsos positivos o los falsos negativos no pueden descartarse por completo en ninguna prueba. La calidad de una prueba de cribado depende principalmente de su sensibilidad y especificidad.

La sensibilidad de una prueba refleja en qué medida la prueba evita los resultados falsos negativos. Una prueba con una sensibilidad del 99 % arroja un resultado anormal en el 99 % de todas las personas sometidas a cribado que presentan el factor de riesgo, el estadio previo o la enfermedad detectados. Solo en el 1 % de estos individuos el resultado será un falso negativo.  

La especificidad de una prueba refleja el grado en que la prueba evita los falsos positivos. Una prueba con una especificidad del 99 % arroja un resultado normal en el 99 % de todas las personas examinadas que no tienen el factor de riesgo, el estadio previo o la enfermedad detectados. El resultado será entonces un falso positivo solo en el 1 % de estos individuos.

Lo ideal sería que una prueba de cribado tuviera una sensibilidad y una especificidad del 100 %. En la práctica, sin embargo, un buen compromiso entre ambas propiedades suele ser el máximo objetivo alcanzable.